Las negociaciones que China y USA mantienen para llegar a un acuerdo comercial son importantes porque hay una sensación generalizada de que esta situación se ha alargado demasiado en el tiempo, y que comienza a resultar un peligro para la economía de los países y los resultados de muchas empresas.
Los mercados urgen un pacto entre ambas potencias. Donald Trump está recibiendo al vice 1er. ministro de China, Liu He, el jueves 31/01 tras la sesión de negociaciones del miércoles 30/01 entre ambos países en Washington DC. son la oportunidad perfecta para un acercamiento definitivo en el marco acordado por Trump y Xi Jinping, en diciembre en Ciudad de Buenos Aires.
Trump se mostró optimista sobre las conversaciones comerciales de alto nivel con funcionarios chinos pero antes de recibir a Liu He ya dijo que no habrá un acuerdo final hasta que se reúna con Xi Jinping.
“Los principales negociadores comerciales de China están en Estados Unidos reuniéndose con nuestros representantes. Las reuniones van bien, con buena disposición y espíritu en ambas partes”, escribió Trump en Twitter.
Y agregó: “No se logrará un acuerdo final hasta que mi amigo el presidente Xi y yo nos reunamos en un futuro cercano para discutir y acordar algunos de los puntos más antiguos y más difíciles”.
Los negociadores chinos propusieron un encuentro entre Xi y Trump para febrero en China, reportó el diario The Wall Street Journal.
La Casa Blanca no comentó el rumor ni dijo dónde podría celebrarse la cumbre.
En la Casa Blanca conviven el representante comercial, Robert Lighthizer, partidario de un acuerdo, y el asesor comercial de Trump, Peter Navarro, uno de los artífices de esta guerra comercial.
Trump dijo que los negociadores están trabajando para completar un acuerdo en que no quede “NADA sin resolver en la mesa” antes de la fecha límite del 01/03, acordada por ambas partes.
Las claves
Las empresas comienzan a preocuparse por la demora en la salida del conflicto que provocó Trump, con el argumento que iba a renegociar mejores condiciones para USA.
Caterpillar y Nvidia se sumaron a Apple y exigen un pacto a Washington DC. Los resultados de Caterpillar quedaron por debajo de lo esperado a causa de la debilidad de la demanda desde la región Asia-Pacífico, especialmente la de China. Además, el fabricante de semiconductores Nvidia avisó de que no alcanzará los resultados esperados a causa del escenario emergente del conflicto con China. Estas advertencias se suman al'profit warning' de Apple también por el amesetamiento de la economía china.
Lo que ha ocurrido con estas 3 empresas muestra lo que puede suceder con otras muchas empresas si continúa la guerra comercial, tal como han advertido los economistas de Goldman Sachs.
Los malos datos de la macroeconomía también presionan, en especial los provenientes de China, pero también de USA. "Nuestras estimaciones sugieren que el crecimiento mundial podría ralentizarse hasta un mínimo del 2,3% en 2019 si el crecimiento chino se frena bruscamente y podría caer por debajo del 2% en caso de ralentización combinada de China y USA", advierten los analistas de Oxford Economics.
"En un escenario de fuerte desaceleración de China, las economías más afectadas serían las asiáticas estrechamente vinculadas a la demanda china, como Singapur, Hong Kong, Taiwán o Corea. Algunos mercados emergentes, especialmente los principales productores de materias primas, también serían grandes perdedores, como Rusia y Arabia Saudí", agregaron ellos.
Las tensiones entre la Administración Trump y la empresa china Huawei limitan el optimismo. El Gobierno estadounidense ha decidido presentar cargos penales contra la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou. China, por su parte, ha respondido pidiendo a USA que cese en la "irracional persecución" de sus empresas.
"La notable desaceleración de la economía china sigue pesando en la postura negociadora del país. El lunes 28/01 por la noche, la Comisión Nacional de Desarrollo y Reformas (NDRC) anunció nuevas medidas para tratar de incentivar la demanda interna", explicaron los expertos de IG.
"El temor predominante es que esta medida repercuta negativamente en las negociaciones comerciales, lo que hace aún menos probable que se llegue a un acuerdo", afirma Jasper Lawler, responsable de análisis de London Capital Group.
Naeem Aslam, de Think Markets, subraya las consecuencias de retrasar aún más el acuerdo: "Si Estados Unidos y China no resuelven su situación, las cosas sólo van a empeorar a partir de ahora", advierte.