Con el Bitcóin cerrando el año en US$ 13.400 y el Ripple superando en rentabilidad de inversión al primero en 2017, los bancos que ponían reparos y buscaban limitar las criptomonedas, ahora empiezan a analizar seriamente lanzar al mercado sus propias versiones.
Con una capitalización de mercado de US$ 78.000 millones, el Ripple vale más que el Uber, valorado en 68.000 millones desde diciembre de 2017, según el Wall Street Journal.
La criptodivisa se ha cotizado cerca de los 0,20 de manera estable durante los últimos seis meses, comenzando su notable crecimiento el 20 de diciembre.
Los especialistas y los bancos advierten que todo se trata de una enorme burbuja especulativa que no tardará en explotar. A los gobiernos les preocupa que la emisión de estas criptomonedas escape a su control y se desconozca a sus tenedores. Pero con el salto que dio el Bitcoin en 2017 las críticas se acallaron por el momento y algunos bancos piensan en lanzar sus propias criptodivisas.
Según un artículo de Nuria Salobral en el portal Cincodias.com, “la banca también advierte del carácter puramente especulativo del bitcóin y, en paralelo a la efervescencia de las criptodivisas y haciendo uso también de la tecnología blockchain, está desarrollando iniciativas que lleven los pagos virtuales a las operaciones financieras y con los bancos centrales. Se trata se planetar una alternativa lo más fiable posible, y regulada, en materia de dinero virtual, aunque las criptodivisas surgieran precisamente en respuesta a la férrea regulación que sostiene a las divisas tradicionales”.
“Hay mucho interés de reguladores y bancos centrales de tener una solución muy consistente, que se pueda poner en marcha para poner coto a las criptodivisas. Hay que crear un estándar tecnológico que sea aceptado por toda la industria y que de verdad pueda aprovechar todas las ventajas tecnológicas del blockchain’, explican fuentes de UBS citadas al portal CincoDias. La entidad suiza es una de las que participa en el proyecto Utility Settlement Coin (USC), junto a Santander, Deutsche Bank y BNY Mellon y puesto en marcha en verano de 2016 y al que se han sumado en 2017 otras 10 entidades financieras de nivel global, como HSBC, Barclays o MUFG”.
Por su parte, en Diario FX, Luigi Guida, aborda la intención del Banco de Inglaterra de crear una nueva criptodivisa como Bitcoin: “El programa de investigación plurianual del Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés) sobre las implicaciones de una nueva moneda digital, al estilo Bitcoin, respaldada por un Banco Central, podría agregar otra capa de respetabilidad y legitimidad al universo de las criptodivisas, aunque los efectos sobre el trading de BTC podrían ser inciertos”.
“Según cuanto comunicado por la Banca, si una entidad central emitiera una moneda digital todos, incluidos negocios, hogares e instituciones financieras podrían realizar pagos y almacenar dinero digitalmente además de realizar pagos en efectivo. Y esto podría tener implicaciones de largo alcance para la política monetaria y la estabilidad financiera, según el banco central del Reino Unido”, dice Guida.
En EconomiaHoy.mx, Fernando Tadeo revela los intereses de BBVA en el negocio de los bitcoins: “Los bancos están alertando con insistencia en las últimas semanas sobre los peligros de la burbuja de los bitcoins y las criptomonedas. También algunas autoridades, entre ellas la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En este escenario resulta extraño que BBVA se mantenga al margen de las advertencias e, incluso, pese a la espectacular subida de su valor en 2017 considere que aún es un producto financiero o de inversión -que es en lo que se ha convertido- "sólido". Tanto que podría llegar a compararse con el oro, según las palabras de su consejero delegado, Carlos Torres”.
“BBVA, en el marco de su estrategia por la digitalización y las fintech, viene apostando por el triunfo del bitcoin desde hace años”, advierte Tadeo.
Y concluye: “La apuesta de BBVA por este ecosistema, que es además opaco, es clara, aunque de momento su riesgo económico no es demasiado elevado. De fracasar perdería sólo unos cuantos millones de euros, mucho menos que con otras aventuras. Pero, su reputación podría verse seriamente dañada, ya que sus clientes y otros consumidores tendrán que asumir minusvalías importantes o quedarse atrapados de explotar la burbuja. Solo por esto el banco debería sumarse a la oleada de advertencias, porque el problema podría ser mayúsculo”.
En el portal cointelegraph.com, Joseph Young analiza cómoCorea del Sur hizo que el precio del Ripple llegara a más del doble en una sola semana: “El mercado de criptomonedas de Corea del Sur representa un porcentaje relativamente pequeño de los intercambios globales de Bitcoin, y sin embargo, ha desempeñado un papel decisivo en el logro de la capitalización de mercado del Ripple, de $40 mil millones a $88 mil millones. El Ripple fue uno de los activos cripto con mejor rendimiento en 2017, con un aumento en su valor de 360x. Hace exactamente un año, el 1ro de enero de 2017, un único Ripple se vendía a solo seis décimas de centavo. Hoy, un simple token tiene un valor de $2,29”.
Y destaca el rol de los bancos: “La afirmación de que ningún banco está utilizando la red de Ripple para procesar pagos no es totalmente exacta. A comienzos de este año, el mayor banco sueco, el SEB, asentó $180 millones en la red Blockchain de Ripple, enviando pagos transfronterizos en nombre de los clientes de alto perfil. Los bancos en Tailandia y Japón también han estado procesado transacciones casi instantáneas durante varios meses, usando el Ripple. Sin embargo, es cierto que ninguno de los grandes bancos está utilizando diariamente la red Blockchain de Ripple para procesar grandes volúmenes de transacciones”.
El portal DiarioBitcoin también da como un hecho que el Banco de Inglaterra prepara su propia moneda digital estilo Bitcoin: “Una unidad de investigación establecida por el banco para investigar la posibilidad de emitir una criptomoneda podría informar dentro de los próximos 12 meses, allanando el camino para que el sistema sea introducido”.
“El Banco de Inglaterra ha establecido una unidad de investigación para estudiar la posibilidad de emitir un prototipo de criptomoneda, que podría servir como rivales para Bitcoin y Ethereum”, advierte el artículo..
“Se espera que la unidad reporte dentro de los próximos 12 meses, aunque el final del juego está lejos de ser claro. Según los medios locales, si la nueva moneda digital alcanza el estado de curso legal, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, preferiría una restricción para limitar el uso a las transacciones entre los bancos centrales”, agrega.