
"El presidente de USA, Donald Trump, discutió de forma privada la posibilidad de despedir al jefe de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijeron el sábado dos fuentes conocedoras de la situación", escribió Steve Holland para la agencia Reuters.
Sus fuentes le agregaron que no esperan que Trump despida al jefe de la FED pese a sus objeciones sobre las alzas de tasas del banco central y sus críticas a Powell, a quien él mismo nominó.
Pero ¿quién sabe qué hará Trump en la hora siguiente?
Ya es grave que Trump se encuentre debatiendo los escenarios probables posteriores al despido de Powell.
Y que trascienda es una extorsión a Powell.
Para intentar calmar los ánimos el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, tuiteó que Trump le dijo que nunca sugirió el despido de Powell.
Mnuchin dijo que Trump sostuvo que “nunca sugerí el despido de Jay Powell ni creo que tenga el derecho a hacerlo”.
¿Quién puede dar por cierta esta afirmación de Mnuchin?
Portavoces de la Casa Blanca y la Fed se negaron a comentar la situación.
La frustración de Trump con el jefe del banco central estadounidense se intensificó tras el aumento de las tasas de interés días atrás, y por los meses de caídas en el mercado bursátil, explicó la agencia de noticias Bloomberg citando a 4 personas no identificadas familiarizadas con el asunto.
La Fed elevó las tasas de interés el miércoles 19/12 y dijo que mantiene intacto lo esencial de su plan para endurecer la política monetaria, incluso cuando funcionarios del banco central dijeron que probablemente desacelerarán el ritmo de nuevos incrementos en 2019.
Los mercados financieros globales esperaban una perspectiva de política más moderada.
Wall Street cayó con fuerza el viernes 21/12 y el índice Nasdaq confirmó que se encuentra en un mercado bajista.
En la semana, el S&P 500 se hundió 7,05%, el Dow Jones bajó un 6,87% y el Nasdaq descendió un 8,36%.
Cualquier intento de despedir a Powell podría verse como un obstáculo para la independencia del banco central respecto del Gobierno.
Renuncia (otra más)
En tanto, otra noticia conmuebe a la Administración Trump: el enviado estadounidense que lideraba una coalición global para combatir a Estado Islámico renunció luego de la decisión unilateral del Presidente de retirar sus tropas de Siria.
El enviado presidencial especial para la coalición global para derrotar a Estado Islámico, Brett McGurk, presentó su renuncia, efectiva a partir del 31/12, al secretario de Estado, Mike Pompeo, aseguró un funcionario del Departamento de Estado.
McGurk fue clave para ordenar la política de Washington DC en el norte de Siria, particularmente su respaldo a las Fuerzas Democráticas Sirias, una alianza de milicias kurdas y árabes que durante 3 años han combatido a Estado Islámico y al gobierno de Bashar al Asad.
Trump anunció el miércoles 19/12 que Washington retirará a los cerca de 2.000 soldados que tiene en Siria, derribando un pilar de la política estadounidense en Oriente Medio e inquietando a algunos de sus aliados.
La decisión fue seguida por la sorpresiva renuncia el jueves 20/12 de quien era el secretario de Defensa, general 'Jim' Mattis, quien en su carta de renuncia dejó en evidencia las crecientes diferencias con Trump respecto a la política exterior.
La salida de Mattis “tuvo un impacto significativo” en la renuncia anticipada de McGurk, dijo un funcionario en off the record.McGurk, quien tenía programado marcharse en febrero de 2019, objetó la decisión de Trump de retirarse rápidamente de Siria.
Un colaborador de Trump, sin embargo, se refirió a McGurk como “un arquitecto del fallido acuerdo con Irán en los días de Barack Obama” -Trump abandonó aquel histórico acuerdo de 2015 qcon Irán para limitar su programa nuclear-, y que ya tenía contemplado salir del cargo.
Las Fuerzas Democráticas Sirias han logrado victorias significativas contra el grupo yihadista suní, tal como la recuperación de ciudades como Raqqa, la capital de su autodeclarado califato.
Sin embargo, McGurk, junto a otras agencias del Gobierno estadounidense, creen que el combate contra el grupo militante no ha terminado.
“Sería imprudente si dijéramos, ‘bueno, el califato físico está derrotado, de modo que ya podemos irnos’”, dijo McGurk a periodistas el 11/12 en el Departamento de Estado. “Nadie está declarando una misión cumplida”, remarcó.
Pero Trump declaró la victoria contra Estado Islámico y considera que la misión en Siria terminó, considerando las pérdidas territoriales del grupo.
La declaración de Trump ha inquietado a aliados en la OTAN, tal como Francia y Alemania.
Paralización
Por último, una paralización del Gobierno federal probablemente se extenderá más allá del feriado de Navidad.
El Senado levantó su sesión del sábado 22/11 sin un acuerdo para finalizar la tregua por el pedido de Trump de más fondos para la seguridad fronteriza.
Las fallidas negociaciones entre senadores demócratas y la Casa Blanca llevó al líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, a enviar a los senadores a casa.
McConnell dejó abierta la posibilidad de una votación en el Senado si se llega a un acuerdo para reabrir el Gobierno en los próximos días, pero la logística de realizar votaciones en el Senado y luego en la Cámara de Representantes durante el feriado haría difícil que se llegue a una solución rápida.
3/4 de los programas del Gobierno federal están financiados hasta el 30/09/2019, pero la financiación para los demás expiró a medianoche, incluyendo algunos del Departamento de Seguridad Nacional, del Departamento de Justicia y del Departamento de Agricultura.
Los parques federales cerrarán y más de 400.000 empleados federales “esenciales” en esas agencias trabajarán sin sueldo hasta que la disputa se resuelva. Otros 380.000 permanecerán de licencia temporal.
La Casa Blanca reiteró que Trump aún está presionando para la entrega de US$ 5.000 millones para construir un muro en la frontera con México y otras mejoras a la seguridad.
Tras una reunión en la Casa Blanca con varios legisladores -todos republicanos-, Trump nuevamente escribió en Twitter sobre la necesidad de seguridad fronteriza para contener “la crisis de actividad ilegal”, aunque esta vez llamó a “una gran Barrera o Muro de Acero”.
A su vez, el principal demócrata en el Senado, Chuck Schumer, afirmó que cualquier propuesta que incluya dinero para un muro será rechazada por sus correligionarios.
Una reunión por la tarde entre Schumer, el vicepresidente Mike Pence y el jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, no arrojó una solución. Después de eso, McConnell levantó la sesión del Senado.
El senador republicano Richard Shelby, que asistió a la reunión con Trump en la Casa Blanca, afirmó que era improbable que haya una medida de financiamiento inminente, pero declaró que Trump“quiere terminar la paralización”.
La paralización tiene lugar al final de una semana peligrosa para Trump, en que su secretario de Defensa James Mattis renunció en protesta a la repentina decisión del presidente de retirar a las tropas del país desde Siria.