El Banco de Japón (BoJ) anunció que modificará la anatomía de su gigantesco programa de compra de activos con el objetivo de evitar una caída de los tipos de interés a largo plazo, aunque mantendrá intacto el ritmo anual al que viene incrementando la base monetaria nipona y que implica una compra de activos anual valorada en 80 billones de yenes (US$ 780.924 millones).
De acuerdo a la entidad, la 3ra. economía más grande del mundo "ya no está en deflación" como resultado de su programa de política monetaria que lleva 3 años.
Lo que importa ahora es evitar una caída de los tipos de interés a largo plazo, apostando por la estabilidad de las variables en base a mantener el rendimiento del bono de deuda nipona a 10 años (inversamente proporcional a los tipos a largo plazo) en torno al 0%.
A su vez, la entidad aseguró que mantendrá intacto el ritmo anual al que viene incrementando la base monetaria nipona y que implica una compra de activos anual valorada en 80 billones de yenes (US$ 780.924 millones).
La entidad mantiene activo desde la primavera de 2013 un gigantesco programa de compra de activos para duplicar la base monetaria y lograr una inflación estable de en torno al 2%: analistas y mercados esperaban con expectativa noticias de la tasa de referencia que el BoJ aplica a determinados depósitos de las entidades financieras después de las críticas de los bancos cuando decidió en febrero ubicarla por primera vez en -0,1%.
Pero la Junta de Política Monetaria ha decidido mantenerla este mes en ese nivel con el objetivo de ejercer presión a la baja sobre los tipos a corto plazo, pese a que el gobernador de la entidad, Haruhiko Kuroda, ha avisado en reiteradas ocasiones de que hay "margen" para recortar más esta tasa en el terreno negativo.