El régimen de racionamiento eléctrico impuesto en Venezuela, que entre otras cosas obliga a los centros comerciales a operar un máximo de 4 horas al día, agravará los problemas de desabastecimiento y de desempleo que afligen a los venezolanos.
La crisis del sector eléctrico ocurre pocos años de que el régimen bolivariano de Caracas anunciara un masivo programa para ampliar la de generación eléctrica del país y que fue iniciado en respuestas a los extensos problemas en el suministro registrados a raíz de las sequías del 2010.
Pese a haber anunciado que gastó US$6.000 millones en 5 años para construir nuevas plantas termoeléctricas, la generación de electricidad del país en realidad se ha contraído severamente, pasando de 33.000 megavatios a 24.000 megavatios, según las cifras oficiales disponibles a través del Ministerio del Poder Popular para la Energía Eléctrica (MPPEE).
En tanto, comienza a hablarse de la posibilidad de que Venezuela caiga en default de su deuda pública externa.
El precio del petróleo, que representa casi la totalidad de las exportaciones del país, ha caído 75% en los 3 recientes años y los inversores están especulando con el impago de deuda más grande la historia de los mercados emergentes de deuda soberana.
Al respecto, escribió Sebastián Boyd en Bloomberg:
El país ya encabeza las mediciones como la economía más miserable del mundo, con una inflación de más del 100 por ciento el año pasado (270% extraoficial), una moneda que ha colapsado en el mercado negro a menos del 1 por ciento de su valor oficial y donde escasean productos básicos como detergentes y antibióticos. Es un cambio de tendencia horrible de lo que fue una de las democracias más estables de la región, famosa por sus grandes coches, gasolina barata y su reinas de belleza.
Mientras que los precios de los bonos sugieren que la mayoría de los inversores confían en que el país cumplirá con una obligación de US$ 1.500 millones que vence el 26/02, el panorama se oscurece por los US$ 4.100 millones de pagarés de la petrolera estatal Pdvsa que se deben de pagar en octubre y noviembre.
Aquí están las respuestas a algunas de las preguntas más frecuentes acerca de Venezuela:
¿Cuánta deuda externa tiene Venezuela?
La República de Venezuela tiene US$ 35.600 millones de bonos en circulación y adeuda US$ 67.000 millones una vez que se incluyen los pagos de intereses. La empresa petrolera de propiedad estatal Petróleos de Venezuela SA, conocida como Pdvsa, tiene un monto US$ 33.500 millones de bonos y una deuda total que asciende a US$ 52.600 millones con los intereses incluídos (En total la deuda externa suma US$ 119.600 millones)
Si hay un impago (default), ¿cuando es más probable que ocurra?
Venezuela tiene el dinero para pagar los bonos que vencen en febrero junto con los US$ 326 millones de los pagos de intereses de este mes. En octubre y noviembre de este año, PDVSA tiene que pagar US$ 4.100 millones de bonos y $ 1.000 millones en intereses. Los precios de alrededor de US$0,56 por cada US$1 de las notas indican el escepticismo sobre si el país será capaz de honrar esas obligaciones.
Operaciones en el mercado de swaps de cobertura a defaults indican que hay una probabilidad del 76% que Venezuela impague sus obligaciones en los próximos 12 meses.
¿Cuál podría ser el valor de recuperación de los bonos?
Las estimaciones varían entre US$0,20 de dólar y un máximo de US$0,71 en el caso de los bonos de PDVSA. Dado que Venezuela es tan dependiente del petróleo, el valor depende enormemente de los precios del crudo. Las estimaciones compiladas por Bloomberg para el precio de fin de año del West Texas Intermediate oscilan entre US$ 38 y US$ 70 el barril.
Un segundo factor es el tipo de cambio que utiliza Venezuela. El país cuenta con 3 tipos de cambio oficiales, que van
> desde 6,3 bolívares por dólar a
> 199,9 por dólar,
> por no hablar de la tasa del mercado negro de más de 1.000 unidades por dólar.
Una moneda más débil reduciría la relación entre la deuda y el tamaño de la economía, mejoraría la balanza comercial del país y reduciría el apalancamiento para PDVSA. Todo eso implicaría un valor de recuperación mayor.
Barclays Plc dice que es probable que los valores de recuperación de los bonos de Pdvsa sean más altos.
¿Cuáles activos en el extranjero podrían intentar hacerse los inversores?
PDVSA tiene refinerías, tanqueros y cuentas por cobrar. Por supuesto, el valor de los activos petroleros dependen en parte el precio del crudo. En agosto del año pasado, Barclays estimó un total de entre US$ 8.000 millones y US$ 10.000 millones, pero eso era cuando el petróleo se cotizaba en al menos US$ 50 por barril.
Los activos operativos de Citgo Holding Inc., filial estadounidense de refinación de PDVSA, ya se han comprometido a los acreedores. La emisión de $ US$1.500 millones de bonos de la empresa que vencen en el año 2020 están garantizados con el 100% de la empresa Citgo Petroleum Corp.
¿Cómo se llegó a este desastre?
Durante sus 14 años en el cargo, el ex presidente Hugo Chávez estatizó y amplió el papel del gobierno en la economía. En el momento de su muerte en 2013, la industria nacional había sido mutilada, dejando a Venezuela dependiendo casi totalmente de las importaciones de bienes de consumo. Esas importaciones se pagan con los ingresos del petróleo.
El modelo económico, que se caracteriza por la generosidad y la ineficiencia del gobierno, fue sin embargo más o menos sostenible con los precios del petróleo por encima de US$ 100, a pesar de la escasez ocasional de papel higiénico y el hecho de que el gobierno había comprometido gran parte de su producción de crudo para pagar los préstamos de China y en subsidios a los aliados regionales, como Cuba.
A medida que los precios del petróleo fueron cayendo, el gobierno se basaba más en la creación de dinero para cubrir sus gastos, lo que ayudó a alimentar la inflación más rápida del mundo y haciendo del bolívar en el mercado negro la moneda de peor desempeño en el mundo.
A mediados de 2014, con el precio del petróleo oscilando entre US$ 90 y US$ 100, Venezuela ya estaba en problemas. El presidente Nicolás Maduro, el sucesor elegido por Chávez, podría haber impulsado los ingresos del país en bolívares mediante la devaluación de la tasa de cambio oficial de 6,3 por dólar en el que vendió gran parte de sus divisas. Sin embargo, pospuso la decisión – posiblemente debido a la preocupación por el impacto inflacionario tal medida podría tener – a favor de una renuente serie de medias medidas.
Ahora, con el petróleo del país en alrededor de US$25 el barril, los ingresos por venta de crudos de Venezuela caerá hacia los US$ 22.000 millones este año, según Bank of America Corp. Eso es apenas suficiente para cubrir los US$ 10.000 millones de servicio de la deuda en bonos, los US$ 4.300 millones de las importaciones del sector petrolero y los US$ 6.200 millones en pagos por préstamos de China, escribió el banco en una nota el 08/02.
A menos que Maduro recorte los gastos gubernamentales y devalúe la moneda, Venezuela no tendrá suficientes ingresos en dólares para pagar la deuda e importar alimentos.
¿El probable default de Venezuela será el mayor de la historia de un bono soberano?
No, sería el 2do. mayor. Grecia hizo impago de su deuda US$ 261.000 millones en marzo de 2012, según datos de la agencia Moody. Argentina dejó de pagar su deuda de US$ 95.000 millones en el 2001.
¿Venezuela ha incumplido antes?
> 10 veces la deuda internacional, sobre todo en el siglo 19, de acuerdo con datos de los economistas de la Universidad de Harvard Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff. Venezuela hizo suprimera cesación de pagos en 1826, 15 años después de declarar su independencia de España.
> Más recientemente, en el año 2005, cuando incumplió los pagos de los bonos vinculados a los precios del petróleo después de que el gobierno despidió a ejecutivos en huelga de PDVSA y el caos resultante significó que los precios necesarios para calcular los pagos no estaban disponibles. Los bonos que dejó de pagar fueron los llamados bonos Brady, que eran el resultado de una reestructuración de la deuda después de un incumplimiento en 1990.
¿Cómo sería un incumplimiento de Venezuela respecto al que hizo de Argentina?
Con un poco de suerte no sería tan prolongado. El default de Argentina se ha extendido durante 14 años cuando los sucesivos gobiernos han desafiado a los inversores que se negaron a aceptar las pérdidas de US$0,70 de dólar y los combatieron en tribunales de Estados Unidos. Venezuela, por el contrario, probablemente estaría motivada para resolver cuanto antes con el fin de liberar sus envíos de petróleo, según Nomura.
Los bonos de Venezuela tienen cláusulas de acción colectiva, lo que significa que para llegar a un acuerdo de reestructuración con una mayoría de los tenedores de bonos requeriría a todos a ir juntos al acuerdo. Las notas de PDVSA no tienen esa regla. Los inversores están divididos en cuanto a si esto hace el default en uno o en otro más probable o más fácil de resolver.
“Cada cesación de pagos es única“, escribió Siobhan Morden, jefe de estrategia de renta fija para Latinoamérica de Nomura, en una nota a sus clientes en febrero.
¿Hay alguna esperanza de que las cosas pueden mejorar?
Este es un caso, pero no todo está perdido.
> En primer lugar, el gobierno podría implementar reformas como la reducción de los subsidios al combustible o la devaluación de la moneda, lo que permitiría que estire sus ingresos en dólares mucho más allá. Bank of America Corp., dice que espera que Venezuela pueda hacer todos los pagos de bonos de este año, con tal que también cambie el régimen monetario, afloje los controles de precios y corte subsudios.
> En segundo lugar, la oposición política está ganando terreno. La oposición ganó dos tercios de la Asamblea Nacional en las elecciones de finales del año pasado, que le da amplios poderes para remover a los ministros, y bloquear decretos presidenciales y citas judiciales.
> En tercer lugar, China podría aparecer con una nueva financiación. La nación asiática ya ha prestado cerca de US$ 17.000 millones y, presumiblemente, podría venir al rescate de nuevo.
> En cuarto lugar, los precios del petróleo podrían subir. El país puede raspar un poco más con un precio promedio de este año de US$ 50 a US$ 65 por barril, según estimaciones de Barclays, Bank of America y Nomura.