"El dinero negro y la corrupción son los mayores obstáculos en la erradicación de la pobreza, y a pesar de varias medidas adoptadas por el Gobierno durante los últimos dos años y medio, la clasificación mundial de la India en materia de corrupción se había movido del número 100 a la posición 76", afirmó el 1er. ministro Narendra Modi.
A partir de la medianoche del 08/11, los billetes de 500 y 1.000 rupias dejaron de ser moneda de curso legal. Los citados billetes representan casi 25% de todo el papel moneda que circula en el país.
Según 'The Times of India', la decisión de retirar los billetes de circulación se tomó como medida para la lucha contra la corrupción, el terrorismo y el mercado negro.
El jueves 10/11, los bancos volvieron a abrir y permitieron a los ciudadanos indios depositar sus billetes de 500 y 1.000 rupias sin comisión alguna hasta el 30/12.
El país, hogar de más de 1.200 millones de personas, se sumió así en el caos, con miles de personas atiborradas en colas de bancos esperado por cambiar sus billetes antiguos por los nuevos, ya que había un límite máximo estipulado de 4.500 rupias (60 euros) por día, explicó la web española elEconomista.
El Gobierno indio tuvo que empezar a marcar a los ciudadanos con tinta indeleble para asegurarse de que no repitieran el proceso una y otra vez (en distintas entidades bancarias), tras haber alcanzado el límite máximo de cambio por día.
“Para los evasores de impuestos, depositar el dinero y cambiarlo no es una opción. Los bancos deben reportar a cualquiera que deposite más de 250.000 rupias, unos US$3.700”, explicaba BBC Mundo.
Pero no solo los evasores sino que todos los ciudadanos indios padecieron los efectos de la medida: durante días carecieron de dinero en efectivo para comprar los productos más básicos y eso tuvo un impacto en la economía, mientras aumentaban las colas en cajeros automáticos y bancos.
En una rueda de prensa, el secretario de Asuntos Económicos, Shaktikanta Das, confirmó que el Gobierno comenzará a emitir billetes con una nueva denominación de 2.000 rupias y un formato distinto para el de 500 rupias a partir del jueves.
Indicó que desde 2011, el número de billetes en circulación en el país creció un 40%, mientras que la economía india se expandió solo un 30% en los últimos 5 años, evidenciando una brecha entre ambos índices.
En el caso de los billetes de 500 y 1.000 rupias, el volumen se disparó en ese periodo un 76% y 109%, respectivamente.
El tema de los sobornos y el dinero en negro es un tema muy 'argentino' en India. A principios de septiembre, Ashok Kumar declaró a la prensa que desistía de postularse a juez de distrito en Basti, al sudeste de Lucknow, porque no estaba en condiciones de pagar una coima de 7 millones de rupias (US$ 103.000). No reveló quién le había exigido ese pago.
Sin embargo, las coimas son consecuencia del “deseo de la gente de tener una vida mejor”, según S.P. Singh, quien trabajó 30 años en el servicio civil y luchó contra la corrupción.
“Los burócratas ayudan a políticos analfabetos a ganar dinero modificando las normas”, señaló. “Se dicen a sí mismos, ‘si un ministro puede ganar dinero así, por qué no puedo hacerlo yo?”’.
Pero el 1er. ministro Modi sostuvo que quienes critican su medida quieren que sigan las coimas cuando "se están perdiendo los valores en la vida pública… Veo gente que pronuncia discursos a favor de la corrupción y el dinero negro. Lo hacen abiertamente. En cualquier país, la pérdida de valores es una gran crisis”, declaró durante el lanzamiento de un libro en Nueva Delhi, según Press Trust of India.
No está claro si el retiro de billetes acabará realmente con la corrupción y la evasión de impuestos. La economía subterránea de la India es tan grande que representa 25% del PBI.
Una explicación
La medida ha generado un efecto en cadena de rechazo por parte de los empresarios y los ahorradores que ven amenazada una vez más la seguridad jurídica. Por mucho que se empeñe el poder, una acción de estas características no es ni mucho menos inocua y altera de forma significativa la normalidad de las transacciones monetarias y financieras. Incluso su propio Banco Central ha advertido de las consecuencias negativas que esto puede tener para una economía que continúa con un crecimiento robusto y una inflación controlada.
India es un país "modelo" en materia monetaria. A lo largo de los siglos, los indios han sufrido más de un experimento monetario que les ha llevado a situaciones tanto de hiperinflación como a deflaciones profundas. A este respecto, uno de los mejores analistas de estos experimentos fue un joven John Maynard Keynes, el cual, recién graduado en el King's College de Londres, se marchó durante dos años (de 1906 a 1908) de funcionario al Gobierno Colonial británico en la India antes de volver a Cambridge con su "padre" en la Economía, Arthur Pigou, y con un puesto de profesor que financió de su bolsillo el autor de los "Principios de Economía", Alfred Marshall.
De aquellas vivencias en plena construcción del sistema bancario de la entonces colonia inglesa, Lord Keynes publicó en 1913 un memorando de construcción y asentamiento de las finanzas en la India denominado "Indian Currency and Finance". En aquel momento, Lord Keynes no defendía tanto un sistema de moneda de curso legal forzoso (por supuesto, en el marco del Patrón Oro) como una exigencia explícita a la banca local de capitalización y reservas.
Al mismo tiempo, Keynes exigía al Gobierno colonial y a la Comisión del Parlamento Británico para la India (de la cual formó parte nada más publicar el libro) el reconocimiento de un régimen monetario abierto, pero en el cual fueran integrándose todos los ciudadanos y controlado por un Banco Central.
Mucho ha cambiado la India desde entonces y más aún cuando se declaró la independencia en 1947 y la posterior creación en 1952 del actual Banco de la Reserva de la India. Sin embargo, los problemas monetarios siguen siendo de facto los mismos. Aún hoy, una buena parte de la población india sigue utilizando como dinero el oro (también la plata) para contratar y liquidar transacciones, colocando a India como el mayor consumidor de oro del mundo (más de 1.000 toneladas anuales), sólo desbancado desde hace un año por China. Más aún si cabe es su uso en la temporada de bodas y acontecimientos familiares que arranca a principios de septiembre y que en estos días se cierra antes de que llegue el invierno.
De forma estacional, la demanda de oro se dispara y se marcan los precios más altos del oro tanto en joyería como en orfebrería de todo el año. En esta ocasión, a la temporada de bodas en las que el oro es un elemento imprescindible de valor y afecto, se une la retirada de la circulación de los billetes de 500 y 1.000 rupias. Gracias a la combinación de estos factores, el precio del oro en India se ha disparado hasta máximos de 21 meses, vendiendo una onza de oro con una prima de US$ 6 por encima del precio oficial, el cual es ya de por sí más alto que en el resto del mundo por las restricciones que siguen pesando sobre la importación de oro en el país.
La situación es aún más severa en el mercado negro. Varios traders que operan en el mercado indio comentan que por 10 gramos de oro (es la unidad más comerciada, algo menos de un tercio de onza) se han llegado a pagar hasta 50.000 rupias frente a las 30.000 que marca el precio oficial. Aquí hay dos aspectos relevantes: por un lado, los comerciantes están buscando cobertura en el oro frente a posibles nuevas medidas en materia monetaria -incluso se sospecha que se pudiera llegar a prohibir de forma temporal la importación de oro- y, por otro lado, los billetes de 500 y 1.000 rupias están siendo intercambiados en el mercado a un precio superior al que marca su valor facial.
La ilegalidad, en cualquier mercado, se cotiza cara. Y eso es lo que está sucediendo en India con los billetes de alta denominación que han sido retirados de la circulación. Ésta era una consecuencia previsible, pero el miedo a una escasez de oro y el rechazo de la ciudadanía al papel moneda (manifestado en sendos procesos inflacionarios en los últimos 20 años) están poniéndose en precio en un mercado muy amplio, pero con referencias muy dispersas.
Pequeños comerciantes se quejan por la falta de circulante
“Imagina que te sientas una noche en tu casa a ver la televisión. De pronto, y sin aviso previo, un anuncio del gobierno. El dinero que tienes en tu casa para comprar al día siguiente leche o un pasaje de autobús, o en el que guardas tus ahorros, deja de ser válido…esa misma noche”, escribió BBC Mundo, que además destaca que el 1er. Ministro indio, Narendra Modi, llegó al poder en 2014 con la promesa de incorporar al sistema financiero billones de dólares de dinero del mercado negro, un grave problema en India, así como la evasión de impuestos.
La recaudación como porcentaje del PBI en India, explica BBC Mundo, es apenas cerca del 16% -comparado con el 25% en Estados Unidos y el 30% en Japón-. Se estima, desde el Gobierno, que la reducción de efectivo en circulación “contribuirá a bajar la inflación y los precios de la vivienda, a estimular la construcción y a crear empleos en el sector no calificado”, explica BBC Mundo.
“Pero los pequeños comerciantes se quejan de la falta de circulante. Los billetes de 500 y 1000 rupias eran los más usados para compras menores. ¿Y qué sucede con los habitantes en las zonas rurales? Obtener los nuevos billetes no será fácil en un país en el que sólo el 27% de las aldeas tienen un banco a menos de 5 km de distancia.”
Según el Banco Mundial, en 2015 el 67% de la población india era población rural. Las respuestas a la medida por parte de ciudadanos que temen perder todo el dinero que tenían ahorrado, no han tardado en llegar y han sido de un amplio espectro creativo. Además de las protestas por la medida, se dispararon las contrataciones de bodas de lujo y la compra de pasajes de tren (posterior cancelación y reembolso en moneda nueva).
“Los llamados para contratar grandes bodas de lujo se han disparado, es una locura”, dijo a AP un empresario. “Un cliente me dijo, le doy US$ 450.000 en efectivo por una boda familiar en billetes de 1.000 rupias.” Otro método reportado en Twitter fue comprar cientos de pasajes de tren en primera clase y luego cancelarlos, para así recibir el reembolso en los nuevos billetes.
The Economist: una “mala idea, mal ejecutada”
Por otro lado surge el interrogante de sí la medida será verdaderamente efectiva para lograr los objetivos que se propone. Raghuram Rahan, exdirector del banco central indio, dijo a BBC Mundo que “no es fácil hacer que el dinero en negro salga a la luz y se incorpore al sistema financiero. Y parte del dinero en negro puede haber sido transformado en oro, lo que hace más complicado aún acceder a él.”
La del gobierno indio fue una apuesta que probablemente “será observada de cerca por otra naciones plagadas por la economía en negro y la evasión fiscal”, concluyó la BBC. Para The Economist, la iniciativa de Narendra Modi fue una “mala idea, mal ejecutada”.
“A economías más maduras financieramente que India les costaría seguir este esquema, pero esta fracasó de entrada”, explica The Economist.
“Aunque los indios tienen hasta fin de año para cambiar sus billetes difuntos, la salida de los nuevos fue fallida. Una gran escasez de cash y cadenas de producción rotas amenazan con una desaceleración económica aguda, aunque una que disminuirá, al menos en partes, cuando la escasez de cash se alivie. La ‘desmonetización’ de India es una historia de aviso sobre el uso indebido e imprudente de una de las herramientas políticas más potentes: el control sobre el dinero de la economía”, considera The Economist.
“A diferencia de la mayoría de las reformas monetarias, diseñadas para impulsar la confianza en la moneda, la motivación de Modi es diferente. El primer objetivo de la desmonetización es bastante razonable: el Gobierno espera mejorar el funcionamiento de la economía e impulsar su entrada tributaria al atacar a la economía negra. La mayor parte de las transacciones en India son en cash; muchas escapan a los que llevan las cuentas”, explica The Economist.
Grandes fortunas indias están eximidas de impuestos y esto habilita a que la corrupción florezca por todos lados. Intentos pasados de blanquear dinero negro mediante amnistías, no han tenido resultados efectivos.
“La desmonetización fuerza la cuestión. Los indios pueden cambiar sus hordas de billetes inútiles por otros útiles, pero aquellos que no presenten el papeleo que justifica sus pilas de cash, recibirán atención indeseada y facturas de impuestos de parte del Gobierno”, explica The Economist, y agrega que otra ventaja de la iniciativa es que forzará al incremento del uso de sistemas de pago electrónicos y basados en el banco, que facilitarán el llevar las cuentas -lo que permitirá al Gobierno rastrear las transacciones financieras y tributar mejor-.
Poca incidencia en la economía negra y muy perjudicial para los más pobres
Pero en conclusión, para el semanario británico la desmonetización probablemente tendrá un efecto muy pequeño en reducir la economía negra –cuyos frutos muchas veces están guardados como propiedades, oro o joyas-, mientras que afectará a los 1.200 millones de ciudadanos indios, especialmente a los más pobres.
“En gran parte de la economía india, y especialmente afuera de las grandes ciudades, adonde las transacciones con cash son más comunes y la infraestructura financiera está menos desarrollada, la invalidación repentina de una gran cantidad de dinero relevante representa un shock monetario significativo. No toda la economía en las sombras de India –que provee empleo real e ingresos, aunque no impuestos- puede migrar rápida y fácilmente a la luz. Todo lo que no pueda ser modificado fácilmente representa una pérdida potencial de la actividad económica, y podría afectar al crecimiento total de la economía india.”
Para el semanario británico, una medida de tan mano dura como esta podría socavar la credibilidad en importantes instituciones gubernamentales. “El miedo a que podrían ser usadas otra vez en el futuro podría debilitar la confianza en la moneda como reserva de valor-allanando el camino para un fracaso institucional mayor, como la hiperinflación. La confianza a largo plazo en el juicio del estado podría estar bajo amenaza”, concluye The Economist.
El caso Reddy
En medio de esta situación, el controvertido magnate de la minería indio Gali Janardhan Reddy se ha gastado 5.000 millones de rupias (US$ 74 millones) para celebrar la boda de su única hija, que se casó en una tradicional ceremonia hindú, informa el diario británico 'The Telegraph'. Los medios de comunicación nacionales han reprobado al empresario por el derroche dada la pobreza en que viven millones de indios.
Los 50.000 invitados al enlace, que al parecer recibieron invitaciones bañadas en oro, se congregaron en el palacio de Bangalore, castillo de grandes dimensiones estilo Tudor situado en el sur de la India. La ceremonia contó con actuaciones de estrellas de Bollywood y bailarines brasileños.
El magnate no se ha librado de las críticas de los medios, que le acusan de llevar a cabo una extravagancia así cuando muchos indios están luchan para tener dinero en efectivo para comprar alimentos básicos después de que el Gobierno decidiera retirar los billetes de alto valor de la circulación en un intento de combatir la corrupción y la evasión de impuestos.
La cruzada de Narendra Modi contra el "dinero negro" ha provocado el descontento entre la sociedad, ya que millones de personas se han visto obligados a hacer cola en el exterior de los bancos para cambiar billetes viejos que ahora son inútiles.
Además, la boda ha provocado indignación entre muchos usuarios de las redes sociales. Un internauta ironizó en su cuenta de Twitter al recordar que "Janardhan Reddy no tuvo que hacer cola para sacar dinero para la boda de su hija".